En la agricultura moderna, cada gramo de nutriente cuenta. El sulfato de amonio de grado caprolactama no solo cumple con los estándares más altos de pureza, sino que también ofrece una solubilidad excepcional en agua —una característica clave para garantizar que las plantas absorban rápidamente el nitrógeno (N) y azufre (S) que necesitan.
Este fertilizante contiene aproximadamente 21% de nitrógeno total y 24% de azufre elemental, lo cual supera a muchos fertilizantes nitrogenados convencionales como el urea o el nitrato de amonio. Además, su alta solubilidad (más del 98% en agua a 25°C) permite una aplicación eficiente incluso en sistemas de riego por goteo o fertirrigación.
| Producto | N (%) | S (%) | Solubilidad (%) |
|---|---|---|---|
| Sulfato de amonio (caprolactama) | 21 | 24 | >98% |
| Urea | 46 | 0 | ~100% |
| Nitrato de amonio | 34 | 0 | ~100% |
Un estudio realizado por la Universidad de Córdoba (España) demostró que los cultivos tratados con este tipo de sulfato mostraron un aumento promedio del 18% en rendimiento de maíz y una mejora del 27% en la calidad del trigo gracias a la acción sinérgica del N y S en la formación de proteínas y clorofila.
En zonas como el departamento de Antioquia, donde el suelo tiende a ser ácido y pobre en azufre, un grupo de 50 agricultores usó el sulfato de amonio de grado caprolactama durante dos temporadas consecutivas. Los resultados fueron impactantes:
Como menciona Juan Carlos Méndez, productor de arroz desde hace 15 años: “No es solo sobre rendimiento. Es sobre confianza. Sabes que estás usando un producto que funciona, que se ve bien, que se aplica fácil y que deja el suelo más saludable.”
La tendencia global hacia la agricultura sostenible y la reducción de residuos químicos exige productos más eficientes. Este sulfato no solo maximiza la absorción de nutrientes, sino que también mejora la estructura del suelo al evitar la acumulación de sales nocivas —algo que ocurre frecuentemente con fertilizantes de baja calidad.
Además, su formulación libre de metales pesados y con certificación ISO 9001 asegura que tu negocio cumpla con los requisitos internacionales de seguridad alimentaria, especialmente si exportas a mercados como Europa o Japón.
Para obtener mejores resultados, recomendamos aplicarlo en etapas tempranas del desarrollo vegetativo (entre el 3° y 5° hoja), siempre con agua limpia y bajo condiciones climáticas moderadas. Evita aplicaciones directas sobre hojas en días calurosos para prevenir quemaduras.
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